Se calcula que 16 horas de cada uno de nuestros días, son invertidas en la comunicación. Esto quiere decir que gran parte de la vida, la pasamos comunicándonos y aunque se cree que en nuestra trayectoria como profesionales, tendremos que hacer aproximadamente unas 2,000 presentaciones, nadie nunca nos ha enseñado a hacerlo bien.
Lo que nos hace recordar la frase de la especialista en Comunicación Personal, Teresa Baró: “Una persona que habla muy bien puede comunicarse muy mal”. Haciendo referencia a que la comunicación asertiva se basa en la aplicación de un conjunto de herramientas que nos permiten transmitir mensajes claros, inspiradores y memorables.
Y esto es mucho más cercano a nuestra realidad de lo que pensamos, pues no tenemos que ser conferencistas, profesores o políticos para tener que desarrollar excelencia en la comunicación; pues al ser profesionales, emprendedores, padres, amigos, vecinos, esposos, jefes o líderes, compartimos todos una misma necesidad: comunicarnos efectivamente.
Tanta es la importancia de la comunicación en la productividad empresarial, que el Dr. Harold Smith de la Universidad de Brigham Young realizó una encuesta a los miembros de la Academia de Gerentes Administrativos Certificados de Estados Unidos, sobre las diez competencias indispensables para triunfar en los negocios y como profesionales, obteniendo esta interesante lista: saber escuchar, dar instrucciones claras y efectivas, solucionar situaciones conflictivas, reconocer a sus colaboradores, delegar responsabilidades de manera eficaz, saber escribir, comunicar decisiones a sus equipos, ser efectivos en la comunicación oral, explicar funciones a los nuevos miembros del equipo, dar y recibir retroalimentación.
Lo realmente impactante de esta lista de competencias es que todas son en esencia, diferentes formas de comunicación. Lo que nos traslada a ese dato que no deja de sorprendernos: para que cualquier persona escale profesionalmente, depende en un 15% de sus habilidades técnicas, pero depende en un 85% de su capacidad para comunicarse.
Es imposible no comunicar
En 1967, Paul Watzlawick, en su libro “Teoría de la Comunicación Humana” propuso una premisa que hasta la fecha continúa vigente: es imposible no comunicar; la cual se basa que aun en silencio, continuamos comunicando; pues los mensajes que enviamos a los demás no solamente vienen de nuestras palabras, sino también de nuestro cuerpo, gestos, mirada y hasta la forma en que nos vemos.
De hecho, se calcula que el 7% del mensaje enviado a nuestro interlocutor proviene de nuestras palabras y un extraordinario 93% de la comunicación no verbal.
¿Cómo volvernos mejores comunicadores?
Ahora que reconocemos que para convertirnos en profesionales o empresarios de éxito, es esencial la comunicación, la pregunta más importante es: ¿qué puedo hacer para mejorar como comunicador?
Aunque no hay una fórmula única para alcanzarlo, sí hay algunos pilares indispensables para tener éxito en el proceso:
- Empatía: Como la ha llamado Ismael Cala: “escuchar con todos tus sentidos”. A fin de cuentas, hablamos porque alguien nos escucha; por tanto, será necesario adaptar nuestros mensajes a los intereses y características de nuestro interlocutor.
- Sencillez: En comunicación, menos es más. Para transmitir los mensajes oportunos, seleccionemos una estructura clara que dará orden a todas nuestras ideas.
- Emoción: Si hay una enseñanza antigua que continúa vigente como ninguna otra, es esa que nos enseñaron los oradores griegos: los mejores comunicadores no son aquellos que mejor dominan la retórica, sino los que logran emocionar a sus audiencias.
Y para finalizar, antes de hablar, hazte las siguientes preguntas sobre lo que dirás: ¿es necesario? ¿es claro? ¿es amable?