Autores: Mariluz Salgado Torres
En Latinoamérica, los cierres masivos de las escuelas como medidas de contención y prevención del coronavirus afectaron a 159 millones de niños, niñas y adolescentes equivalentes al 95% de la matricula vigente (UNESCO, 2020a). Como resultado, los sistemas educativos de la región desplegaron diversas iniciativas para asegurar la continuidad educativa desde el hogar. La rápida transición hacia la educación remota o virtual y la interrupción del desenvolvimiento normal de las labores educativas tuvo afectaciones directas sobre los procesos de enseñanza aprendizaje; así como la eficacia de estos servicios.
Demandas por un enfoque de evaluación de los aprendizajes distinto
Diversos autores concluyen que la evaluación de los aprendizajes es uno de los aspectos claves del proceso de enseñanza aprendizaje que deben ser repensados durante las etapas de pandemia y post pandemia (Grupo de Trabajo de Sociedad Civil, 2021; Luna-Bazaldua et al, 2020; Camargo, 2020; Calderón, 2020; Gutiérrez & Espinoza, 2020). Entre los aspectos que se deben repensar en relación al paradigma de evaluación educativa vigente, estos autores reflexionan en los siguientes puntos:
- Reenfoque del paradigma de evaluación hacia la evaluación formativa. Autores como como Gutiérrez & Espinoza (2020) y Placco (2020) enfatizan la importancia de la evaluación formativa en contraposición al enfoque sumativa. Mientras el primero tiene como objetivo orientar el proceso de enseñanza aprendizaje de manera continua e integradora; el segundo tiene como objetivo evaluar el nivel de cumplimiento de los objetivos de aprendizaje establecidos. En este sentido autores como Gutiérrez & Espinoza (2020) sostienen que la pandemia del COVID19 ha cambiado radicalmente el vínculo tradicional entre evaluación y calificación. Como resultado, la evaluación formativa ha cobrado una relevancia significativa (Zubillaga & Cortazar, 2006).
- El ciclo de retroalimentación hacia la mejora como objetivo principal de los procesos evaluativos. Placco (2020) afirma que la evaluación formativa solamente será efectiva cuando se integra en los procesos de retroalimentación permanente en las dinámicas escolares, contribuyendo al desarrollo continuo de las competencias de los estudiantes. Por su parte, La Agencia de Calidad de Educación (2017) plantean al Ciclo de la evaluación formativa como un mecanismo especifico de integración de este enfoque en los procesos de enseñanza aprendizaje. Este ciclo tiene como objetivo principal cerrar las brechas de aprendizajes en relación a criterios de logros esperados, a través de una serie de pasos continuos que se basan en las interacciones pedagógicas de los docentes y estudiantes. El mismo responde a 3 etapas: i) ¿Hacia dónde vamos?, referido a la especificación de las metas de aprendizaje y criterios de logros esperados, ii) ¿Dónde estamos?, referido a la recolección e interpretación de evidencias sobre el nivel de conocimiento actual de los estudiantes, esta etapa permite identificar las brechas existentes y iii) ¿Cómo seguimos avanzando?, referido a la toma de decisiones oportunas y los ajustes a las estrategias pedagógicas que aseguren el cierre de las brechas.
- Procesos de evaluación holístico que flexibiliza las fuentes y mecanismos. Whittle et al (2020) y Wang (2020) identifican que, entre los factores de éxito en la implementación de modalidades de educación a distancia durante la pandemia, los enfoques de evaluación deben ser diversificados. Ambos autores concluyen que se requieren explorar formas de evaluación que involucren la evaluación de pares, autoevaluación y la evaluación por padres de familia. En esta misma línea, Grupo de Trabajo de Sociedad Civil (2021) recomiendan involucrar activamente a miembros de las comunidades en los procesos de diseño, distribución e implementación de evaluaciones durante la Post pandemia.
- Integración de componentes socioemocionales a la evaluación educativa. Luna-Bazaldua et al (2020) y Grupo de Trabajo de Sociedad Civil (2021) abogan por la incorporación de componentes socio emocionales en los procesos de evaluativos, que aseguren el desarrollo integral de los estudiantes en los sistemas educativos post Covid19. Esta demanda se relaciona con las afectaciones en el bienestar mental y socioemocional a causa de las medidas de distanciamiento social, cuarentenas prolongadas y falta de interacción física impuestas durante la pandemia (Wang et al, 2020).
Tipos de Evaluación de los Aprendizajes empleados por los sistemas educativos durante la Pandemia
Estas demandas por repensar las formas de evaluación de los aprendizajes se reflejan en las prácticas de evaluación desarrolladas por los sistemas educativos nacionales durante la pandemia del COVID19. El grafico 1 muestran los tipos de evaluación desarrolladas por las escuelas y docentes durante 2020 de acuerdo con la percepción de oficiales de los Ministerios de Educación Publica. Los resultados señalan que en niveles de educación primaria los docentes tuvieron una mayor preferencia por realizar formas de evaluación en el aula, relacionados a procesos formativos que pretende retroalimentar el aprendizaje y las estrategias pedagógicas. En relación a la evaluación sumativa a través de la realización de exámenes de certificación, una menor proporción de oficiales gubernamentales afirman que estas prácticas fueron realizadas. Esto resultados son congruentes con la evidencia de Gutiérrez & Espinoza (2020) quienes apoyan un modelo de evaluación continua, formativa e integradora con un enfoque de promoción general.
A pesar de esta menor presencia de exámenes en relación a procesos formativos, se debe enfatizar que en mas del 60% de los sistemas educativos se continuaron empleando enfoques de evaluación de este tipo. Este resultado indica la dominancia de estos enfoques inclusive en contextos donde su pertinencia, utilidad y eficacia es limitada, como lo fue en la pandemia de 2020. Esta tendencia es mas evidente al analizar los resultados en el nivel de secundaria donde mas del 90% de los oficiales gubernamentales afirman que los sistemas emplearon exámenes en comparación al 89% que afirman que emplearon enfoques formativos.
Finalmente, las evaluaciones de sistema a gran escala relacionadas a evaluaciones estandarizadas que pretenden diagnosticar el estado actual de todo el sistema educativo tuvieron menor presencia en ambos niveles educativos.
En general, los resultados del Grafico 1 muestran la relevancia que cobraron los enfoques de evaluación formativos durante la pandemia del COVID19 en los niveles de educación primaria; Sin embargo, es claro que el paradigma de evaluación sumativo continua siendo dominante en los sistemas educativos nacionales, particularmente en los niveles de secundaria.
Gráfico 1. Tipos de evaluaciones de aprendizaje empleadas, por nivel educativo
Evaluación Autentica como Paradigma Emergente
Las demandas por una renovación de los paradigmas de evaluación de los aprendizajes no es una discusión reciente en el sector educación. Si bien la crisis educativa provocada por la pandemia del COVID 19 reafirmo la necesidad de esta transformación, diversos autores han acusado a la evaluación tradicional centrada en procesos de memorización de concepto de limitar el aprendizaje profundo de los estudiantes. La evidencia internacional identifica 3 mecanismos: i) Fortalecen solamente niveles bajos de competencias en lugar de aquellas de orden superior (O’Sullivan & Dallas, 2017), ii) Aprendizaje de corto plazo que es rápidamente olvidable (Jensen, McDaniel, Woodard & Kummer, 2014) y iii) La evaluación afecta el proceso de aprendizaje, en enfoques tradicionales los estudiantes interpretan que el aprendizaje es repetir información, lo que impide el fortalecimiento de competencias de orden superior (Boud, 2010).
La evaluación autentica surge como un enfoque alternativo a este paradigma tradicional. Martinez & Gallardo (2018) reconocen que el uso de este tipo de enfoques es incipiente en los niveles educativos de primaria y secundaria; sin embargo, enfatizan que los modelos educativos dominantes enfocados en el desarrollo de las competencias del siglo XXI requieren de cambios en los procesos de evaluación y retroalimentación.
De acuerdo con Ruiz & Saorin (2014) y Moreno et al (2016), evaluación autentica se emplea para denotar un paraguas de enfoques de evaluación, actividades o asignaciones cuyo objetivo principal es conectar la experiencia educativa con asuntos relevantes de la vida de los estudiantes o situaciones reales del entorno; es decir con sus ámbitos personales, profesionales o sociales.
Moreno et al (2016) evidencian necesidad de un diálogo permanente entre estudiantes y docentes como elemento clave del enfoque; este dialogo asegura un proceso de reflexión y apoyo mutuo, que facilita la asignación de significado a las tareas encomendadas. Por su parte, Ruiz & Saorin (2014) enfatizan que las actividades autenticas deben favorecer el desarrollo de las competencias de autorregulación y autogestión de los estudiantes durante el proceso para alcanzar sus objetivos de aprendizaje.
Finalmente, Zeng et al (2018) desarrollan un modelo dinámico de evaluación autentica donde plantean las tensiones y complementariedad entre los 3 tipos de enfoques de evaluación predominantes: i) Evaluación del aprendizaje, referido a las actividades que pretenden generar evidencia sobre el estado actual del aprendizaje ii) Evaluación para aprender, referido a las actividades que generan evidencia para dirigir y modificar el proceso de enseñanza y iii) Evaluación como aprendizaje, referido a que el estudiante logre comprometerse a un proceso permanente de autogestión durante el aprendizaje. Estos autores enfatizan que en modelos de evaluación que facilitan el aprendizaje, se enfatizan los procesos de evaluación como aprendizaje en contraposición a la evaluación del aprendizaje.
Conclusión, el llamado a la transformación evaluativa
La pandemia del COVID 19 es una oportunidad de reconstrucción hacia sistemas educativos más equitativos y eficaces, potencializando los beneficios de la educación virtual y bimodal. En este contexto el debate sobre la relevancia, utilidad y objetivos de los procesos de evaluación del aprendizaje cobran importancia. Las demandas de modelos de evaluación del aprendizaje que prioricen la retroalimentación permanente, la autonomía de los estudiantes y la integración de las situaciones es una de las lecciones más importantes para los sistemas educativos nacionales. Si bien estas demandas no son recientes, la pandemia del COVID 19 han visibilizado la necesidad de retomarles y discutirlas con un sentido de mayor urgencia.
No existen recetas únicas sobre como transformar los sistemas educativos. Si bien, explorar enfoques como la evaluación autentica es un paso importante; la transformación de la evaluación a nivel sistemático requerirá de una serie de condiciones, voluntades políticas y acuerdos naciones, locales o comunitarios que deberán ser trabajados. La urgencia de esta transformación invita a los tomadores de decisiones, Ministerios de Educación Publica, Comunidades educativas, organizaciones de sociedad civil y todos los actores relacionados a la mejora de la calidad educativa a repensar, promover, fortalecer y probar modelos de evaluación que aseguren el aprendizaje. De tal forma, que el proceso evaluativo alcance el objetivo que le ha sido relegado en el enfoque tradicional: Fortalecer el proceso de enseñanza aprendizaje, a través de la retroalimentación y reflexión permanente de quien aprende y quien ensena.
Para mayores detalles escribir a mstorrez@fundacionzt.org